Así podríamos comenzar a reflexionar sobre algunas preguntas en torno ante la presencia y consulta constante de los youtubers matemáticos por parte de nuestros/as estudiantes:
- ¿que podríamos brindar en nuestras clases con niños, niñas y jóvenes que sea más significativo y constructivo que un tutorial super producido y mucho más entretenido que lo que podrían ser nuestras clases?
- ¿vale la pena enseñar estrategias de cálculo que ya se encuentran desarrolladas en Youtube? ¿vale la pena ir a la escuela a resolver ejercicios que ya están resueltos en YT?
- ¿qué hay de cierto en los “trucos” matemáticos que se pregonan en esta red? ¿por qué solo se ofrecen tutoriales sin ningún tipo de fundamentación matemática (por ejemplo en lo referido a matemática del nivel medio)? ¿acaso subestimamos la inteligencia de los y las jóvenes al no brindar detalles de esas actividades matemáticas?
- ¿qué modelo de enseñanza y aprendizaje, pregonan estos gurús matemáticos? ¿qué lugar ocupan los saberes previos y el error en estos videos? ¿qué tipos de preguntas realizan sus seguidores en la sección comentarios? ¿se le brindan respuestas por parte del autor del video?
- ¿qué réditos recibe el autor de esos videos? ¿por qué los hace? ¿qué gana?
- ¿Podríamos nosotros crear nuestro propio canal de videos matemáticos en Youtube? ¿cómo nos diferenciaríamos de los otros? ¿qué tipo de contenidos podríamos brindar?
La idea sería poder llegar a brindar o dar un valor agregado en nuestras clases sobre los temas matemáticos que nuestros/as estudiantes ya consumen. Por ejemplo: un teorema está definido, explicado y demostrado en Youtube, ¿qué actitud podríamos tomar nosotros ante ello? Podríamos por ejemplo, pedir otro tipo de demostración distinta a la que aparecen en los videos? Alguna aplicación del teorema?
Estas reflexiones son también válidas de plantear ante la presencia de youtubers que se dedican a la física, la químíca, la gramática, las ciencias sociales y que tienen fuerte presencia en otras áreas del currículum escolar.
Un párrafo aparte merece el análisis y tratamiento de los memes matemáticos, que circulan en redes como Facebook o Instagram en función de considerar su validez y la fundamentación matemática de los mismos y que muchas veces quedan grabados como “verdades matemáticas” si discusión alguna.
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