Al terminar el 1° trimestre el año (o cuatrimestre, según sea el caso), es momento de volver a revisar la Planificación Anual.(PA)
Recordemos que la PA, es un instrumento vivo, un orientador de nuestras intenciones pedagógicas: qué, como enseñar y evaluar.
Teniendo en la mano las calificaciones parciales de nuestros estudiantes, debemos volver a mirar la selección de contenidos, actividades y estrategias pensadas a principio de año para este grupo-clase.
La idea es preguntarnos: ¿DÓNDE ESTAMOS? ¿HACÍA DÓNDE VAMOS?
Será necesario preguntarnos: (e inclusive preguntarle a los propios estudiantes o colegas)
-¿qué contenidos hemos desarrollado? (de los planificados para este período)
-¿qué contenidos no hemos desarrollado? ¿por qué?
- ¿qué contenidos presentaron dificultad? (en función de los resultados de las actividades de evaluación)
-¿qué contenidos deberíamos incorporar? ¿cuáles eliminar? ¿cuáles posponer?
-¿qué tipo de estrategias resultaron más favorecedoras para producir aprendizajes?
-¿qué tipo de agrupamiento de estudiantes, es más efectivo con este grupo? (trabajo individual, en parejas, en grupos de 3-4-5? (¿cuál agrupamiento es más efectivo?)
-¿qué tipo de actividades provocaron aprendizajes más significativos?
-¿qué opinan los otros colegas de este grupo de estudiantes? ¿y los padres? ¿los directivos? ¿los propios estudiantes, qué piensan sobre su desempeño en este período?
-¿será necesario compartir algunas ideas con las familias? ¿cómo las involucramos en el aprendizaje de sus hijos?
- ¿qué nuevos recursos podemos usar? ¿ o comenzar a usar?
Estas son solo algunas de las preguntan que deberían reorientar nuestra labor docente. En este tiempo es necesario volver a repensar nuestras prácticas, con la intención de seguir ajustando la PA, en función de las necesidades e intereses del grupo de estudiantes, en consonancia con el proyecto educativo institucional.
No dejemos que la PA se avejente, la avivemos, la volvamos a soplar....
¿Qué otras preguntas agregarían a esta pequeña lista?
Recordemos que la PA, es un instrumento vivo, un orientador de nuestras intenciones pedagógicas: qué, como enseñar y evaluar.
Teniendo en la mano las calificaciones parciales de nuestros estudiantes, debemos volver a mirar la selección de contenidos, actividades y estrategias pensadas a principio de año para este grupo-clase.
La idea es preguntarnos: ¿DÓNDE ESTAMOS? ¿HACÍA DÓNDE VAMOS?
Será necesario preguntarnos: (e inclusive preguntarle a los propios estudiantes o colegas)
-¿qué contenidos hemos desarrollado? (de los planificados para este período)
-¿qué contenidos no hemos desarrollado? ¿por qué?
- ¿qué contenidos presentaron dificultad? (en función de los resultados de las actividades de evaluación)
-¿qué contenidos deberíamos incorporar? ¿cuáles eliminar? ¿cuáles posponer?
-¿qué tipo de estrategias resultaron más favorecedoras para producir aprendizajes?
-¿qué tipo de agrupamiento de estudiantes, es más efectivo con este grupo? (trabajo individual, en parejas, en grupos de 3-4-5? (¿cuál agrupamiento es más efectivo?)
-¿qué tipo de actividades provocaron aprendizajes más significativos?
-¿qué opinan los otros colegas de este grupo de estudiantes? ¿y los padres? ¿los directivos? ¿los propios estudiantes, qué piensan sobre su desempeño en este período?
-¿será necesario compartir algunas ideas con las familias? ¿cómo las involucramos en el aprendizaje de sus hijos?
- ¿qué nuevos recursos podemos usar? ¿ o comenzar a usar?
Estas son solo algunas de las preguntan que deberían reorientar nuestra labor docente. En este tiempo es necesario volver a repensar nuestras prácticas, con la intención de seguir ajustando la PA, en función de las necesidades e intereses del grupo de estudiantes, en consonancia con el proyecto educativo institucional.
No dejemos que la PA se avejente, la avivemos, la volvamos a soplar....
¿Qué otras preguntas agregarían a esta pequeña lista?
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